El separatismo amenaza al Supremo con otro ‘otoño caliente’ si revoca el tercer grado de los golpistas
El Tribunal Supremo tiene que decidir, en las próximas semanas, si autoriza el tercer grado o lo revoca como le exige la Fiscalía.
El independentismo vuelve a amenazar al Tribunal Supremo si no cede a sus exigencias. Después de que la Generalitat concediera el tercer grado penitenciario a los nueve líderes separatistas encarcelados, lo que viene siendo de facto la semilibertad, los promotores de las grandes protestas del pasado otoño advierten al Alto Tribunal de que volverán a salir a la calle si revocan la decisión de las juntas de tratamiento de las prisiones y la Consejería de Justicia.
La Sala Segunda del Supremo estudiará a lo largo de septiembre si la decisión del Govern de Quim Torra se ajusta a derecho o no. De momento la Fiscalía ya se ha pronunciado en contra del cambio de régimen ya que los presos ni han pedido perdón ni se han arrepentido de los hechos por los que fueron condenados. De hecho, nada más salir de prisión algunos de ellos volvieron a su actividad política y activista. Oriol Junqueras y Jordi Cuixart, por ejemplo, se reunieron con miembros de ERC y Òmnium Cultural.
La amenaza de la ANC, Òmnium y los CDR cuenta, en esta ocasión, con el apoyo de la gran mayoría de los presos separatistas. Los reos han pedido «una gran movilización» a sus partidos y entidades en caso de que el Tribunal Supremo eche atrás el permiso del que gozan desde hace una semana. Les fue concedido por obra y gracia de la Secretaría de Instituciones Penitenciarias del Govern, en manos de ERC, pese a que sólo hace nueve meses que fueron condenados a penas de entre nueve y trece años.
La decisión, sobre si mantienen o no las condiciones actuales o sobre si deben volver a ingresar en prisión en segundo grado, se hará pública al mismo tiempo que el Alto Tribunal decidirá también si el president de la Generalitat, Quim Torra, debe ser inhabilitado o no. El jefe del Ejecutivo regional recurrió la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que le condenó por desobedecer las ordenes de la Junta Electoral Central manteniendo en el balcón del Palau una pancarta de apoyo a los presos.
Cabe recordar que a las pocas semanas de su condena tanto Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sánchez, Jordi Cuixart, Jordi Turull, Josep Rull, Dolors Bassa y Carme Forcadell empezaron a recibir los primeros beneficios carcelarios por parte de la Generalitat. Mediante informes favorables de las juntas de tratamiento de las prisiones a todos ellos se les aplicó el artículo 100.2 que les permitía salir a trabajar o a hacer voluntariado entre semana. Algunos de ellos, como Sánchez, solicitó el permiso para trabajar en su partido político con el mismo fin por el cual fue condenado.
Poco optimistas
En el entorno de los nueve políticos presos hay poco optimistas con la decisión que debe tomar el Tribunal Supremo. Creen que «nos harán volver a la cárcel» ya que, en su opinión, «su voluntad es castigarnos lo máximo posible». Los reos consideran que «cumplimos todos los requisitos para gozar del tercer grado» aunque reconocen que «la Fiscalía y la sala segunda harán todo lo posible para revocarlo y que no podamos salir de la prisión hasta que hayamos cumplido una gran parte de la condena».
Protestas con incidentes
La amenaza de los separatistas al Tribunal Supremo pasa por reproducir las protestas que hubo hace menos de un año en Barcelona y la mayoría de las grandes ciudades catalanas. Durante todo el mes de octubre, coincidiendo con la condena a los presos, el separatismo más radical se adueñó de la calle provocando el caos con múltiples disturbios. Los manifestantes incendiaron contenedores, arrancaron adoquines e incluso hirieron de gravedad a un agente de la Policía que se había desplazado desde Galicia para reforzar el dispositivo.
Ambiente electoral
El futuro más inmediato de los nueve presos separatistas condenados por el referéndum del 2017 tendrá una incidencia especial en las próximas elecciones catalanas. Tal como avanzó OKDIARIO, Torra tiene previsto convocar elecciones a lo largo del mes de agosto con el fin de que se celebren el 4 de octubre. De esta forma, tanto su inhabilitación como el posible retorno a la cárcel de los políticos presos, coincidiría de lleno con la campaña electoral. Tanto JxCAT como ERC, los dos partidos de los que forman parte los condenados, ya preparan su participación en distintos actos políticos.